La vida es estresante.
Desde los factores estresantes diarios, como las facturas, el trabajo y las relaciones, hasta los más importantes, como la pérdida de un trabajo, la mudanza a una nueva casa o la superación de una enfermedad, pueden afectar al funcionamiento de nuestro cuerpo.
El estrés suele influir en el sueño, lo que tiene un impacto directo en la forma en que vivimos nuestra vida. Y no dormir lo suficiente puede incluso empeorar el estrés.
¿Qué te mantiene despierto?
Si estás estresado, es posible que no seas capaz de conciliar un sueño profundo, el periodo de sueño en el que el cuerpo se repara y restablece.
Sentirse ansioso también hace que entres y salgas del sueño durante toda la noche. Si estás estresado, es posible que duermas menos en general y tengas una menor eficiencia del sueño.
Cambios fisiológicos del sueño debidos al estrés
El estrés produce un aumento en los niveles de cortisol, la cual hace que nuestro organismo se encuentre en estado de alerta y la vigilancia. Como consecuencia de unos niveles altos de esta hormona, aumenta el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Normalmente, los niveles de cortisol descienden en las horas nocturnas, como un elemento de la preparación natural del cuerpo para el sueño.
Los niveles elevados de cortisol cuando se hace la hora de irnos a la cama tienen como resultado una interferencia o dificultad para la segregación de la melatonina, fundamental en la regulación adecuada de los ciclos de sueño y vigilia.
Dormir mal produce además un aumento en los niveles de cortisol.
El estrés da lugar a una alteración en los ciclos de sueño. Se ha demostrado que niveles altos de estrés dan lugar a una menor cantidad de tiempo de sueño ligero y profundo, y aumenta el tiempo de sueño REM.
La fase REM es una etapa del sueño importante para restaurar la función mental, una fase en la que el cerebro procesa las emociones y los recuerdos. Estos cambios en la arquitectura normal del sueño provocan interrupciones en los patrones normales de las ondas cerebrales que se producen durante la fase REM y las demás fases del sueño. El estrés puede hacer que cambien las ondas cerebrales relacionadas con la concentración, la creatividad y el sueño.
Demasiado tiempo en la fase de sueño REM tiene como resultado una mayor somnolencia y fatiga a lo largo del día, alterando notablemente los ciclos normales de sueño y vigilia y con ello el estado de ánimo.
¿Cómo puede el sueño reducir el estrés?
El sueño es un poderoso reductor del estrés.
Seguir una rutina o pauta de sueño regular, acostándote todos los días aproximadamente a la misma hora, calma y restaura el cuerpo, mejora la concentración, mejora tu ánimo y la capacidad de juicio y de toma de decisiones.
Cuando estamos bien descansados, somos más capaces de resolver mejor los problemas y de hacer frente al estrés. La falta de sueño, por el contrario, disminuye tus niveles de energía y la agudeza mental. Es posible que descubras que no puedes concentrarte tan fácilmente sin dormir.
Las investigaciones demuestran que la falta de sueño te hace más sensible emocionalmente, haciendo que reacciones de forma más brusca e impulsiva a los estímulos. Todas estos problemas cognitivos derivados de una falta de capacidad para dormir bien con un sueño reparador, provocan estrés de muchas maneras, desde crear dificultades y problemas en las relaciones de pareja, hasta generar falta de rendimiento laboral.
Cómo estresarse menos
Hay muchas estrategias que pueden ayudarte a controlar el estrés para que no interfiera con tu sueño.
Tomarte un tiempo para relajarte antes de acostarse es importante para dormir bien y eliminar el estrés del día. Un periodo de tranquilidad antes de acostarse le permite alejarse de las preocupaciones diarias y dejarlas de lado antes de dormir.
- Prueba a darte una ducha o un baño caliente, a recibir un masaje o a hacer unos ligeros estiramientos antes de acostarte.
- Ciertos aromas o tés pueden incluso te pueden ayudar a relajarte. Echa un vistazo a estos aceites esenciales, bálsamos, almohadas y tés probados y puntuados por expertos en sueño.
Estas actividades tranquilas pueden liberar la tensión física y favorecer el inicio del sueño. Si te encuentras luchando contra el estrés y las preocupaciones durante la noche, los siguientes rituales para ir a la cama pueden ayudarte.
- Decidir: intenta resolver las preocupaciones y los problemas antes de acostarte. Escoge un momento del día para lidiar con el estrés que tienes, y mantén la hora de acostarte como una zona libre de preocupaciones.
Si te encuentras con que te llevas el estrés a la cama, ten un cuaderno en la mesilla de noche donde puedas anotar tus preocupaciones y apartarlas antes de dormir.
- Mantente organizado: mantener la oficina, la casa y el coche limpios puede ayudarte a aliviar parte del estrés del día.
El desorden puede provocar un estrés innecesario cuando no encuentras un documento importante o las llaves del coche.
- Aprende a meditar. Se sabe que la meditación alivia el estrés y mejora el sueño.
- Se agradecido. Dedicar un tiempo cada día a dar las gracias por las cosas que son buenas y reconfortantes para usted puede ayudar a aliviar el estrés.
Practica dar las gracias antes de acostarse por las cosas buenas que le han ocurrido durante el día.
- Ejercita tu mente. Los rompecabezas mentales pueden ayudarle a evitar el ciclo creciente de pensamientos preocupantes que le quitan el sueño.
- Prueba a hacer ejercicios de respiración. Las técnicas de respiración pueden ayudarle a relajarse.
Ralentiza tu respiración y empieza a relajarte inhalando a la cuenta de cuatro, aguantando la respiración a la cuenta de cuatro y exhalando a la cuenta de ocho.
Utiliza un colchón anti estrés
Un buen colchón antiestrés es firme y a la vez extremadamente cómodo. Como su nombre indica, los colchones anti estrés te ayudan a reducir el estrés diario y te proporcionan una experiencia de sueño realmente suntuosa.
¿Cuáles son las características de un buen colchón anti estrés?
Los colchones viscoelásticos fabricados con varias capas de espuma, latex o grafeno son capaces de dar un soporte válido a tu descanso nocturno.
La espuma de memoria que contienen los colchones viscoelásticos de látex de célula abierta más avanzada, favorecen el paso del aire. Por ello son muy transpirables, aportan fresco en verano y calor en invierno, sin excederse. Se adaptan a cualquier tipo de estructura corporal, garantizando la higiene y el equilibrio, por lo tanto el bienestar.
La línea de colchones con fibra antiestrés de cobre está fabricada con espuma viscoelástica de Manzanilla y este colchón se caracteriza por la sensación de tranquilidad y suavidad que es capaz de transmitir al cuerpo.
- Se adhiere perfectamente a cualquier complexión, sigue perfectamente su perfil y se adapta a cualquier posición.
- La tecnología de grafeno de colchones como el Imperial Deluxe (ver en www.colchonesviscoelasticos.online/viscografeno), se ha desarrollado para garantizar la correcta transpiración del colchón.
- El revestimiento también es de tejido técnico transpirable, sometido a un tratamiento que lo hace altamente purificado, para garantizar un nivel de higiene muy elevado.
- La peculiaridad del modelo Luxury es el hecho de que está compuesto por 5 capas diferentes, que, combinadas con su estructura en 7 zonas diferentes, pueden dar un apoyo cómodo y equilibrado a cualquier persona.
Colchones con cobre para combatir el estrés
La vida que llevamos está hecha de ritmos frenéticos y estresantes y a menudo nos lleva a dejar nuestra salud en un segundo plano.
Cada día estamos constantemente inmersos en los campos electromagnéticos que alteran las frecuencias de las células de nuestro cuerpo provocando un desequilibrio. Con el tiempo, pueden surgir enfermedades graves.
El cobre también puede utilizarse eficazmente como escudo para los campos electromagnéticos y como protección contra las cargas electrostáticas.