Todos hemos sentido que a veces el estrés puede ser una fuerza negativa que nos impide realizar bien nuestro trabajo. Si usted experimenta el estrés durante un período de tiempo prolongado, podría convertirse en un problema al menos que usted tome alguna precaución para preservar su salud y mente.
Reacciones ante el estrés
¿Alguna vez se ha encontrado con las manos sudorosas en una primera entrevista de trabajo o sintió que su corazón latía demasiado acelerado durante una película de miedo? Entonces usted sabe que puede sentir el estrés en la mente y en su cuerpo más o menos por una reacción natural.
Esta respuesta automática se desarrolló ya en nuestros antiguos antepasados como una forma de protegerse de los depredadores y otras amenazas. Frente al peligro, el cuerpo se pone en marcha, inundando el cuerpo con hormonas que elevan su ritmo cardíaco, aumentando su presión arterial y su energía y el cuerpo se prepara para lidiar con el problema.
Actualmente es probable que se enfrente a múltiples desafíos todos los días, como cumplir con los plazos para pagar facturas o hacer malabares con los servicios de cuidado de niños que hacen que su cuerpo reaccione de la misma manera. Como resultado, el sistema de alarma natural de su cuerpo, la respuesta de «lucha o huida», puede quedar atascado en la posición de encendido. Y eso puede tener serias consecuencias para su salud.
Cómo reacciona el cuerpo ante el estrés
Incluso el estrés menor de corta duración puede tener un impacto. Es posible que tenga un dolor de estómago antes de tener que hacer una presentación. El estrés puede ser más agudo, ya sea causado por una pelea con su cónyuge o un suceso como un terremoto o un ataque terrorista, puede tener un impacto aún mayor. Múltiples estudios han demostrado que estas tensiones emocionales repentinas -especialmente la ira- pueden desencadenar ataques cardíacos, arritmias e incluso muerte súbita. Aunque esto sucede sobre todo en personas que ya tienen enfermedades del corazón, algunas personas no saben que tienen un problema hasta que el estrés agudo causa un ataque al corazón o algo peor.
Estrés crónico
Cuando el estrés comienza a interferir en la capacidad de vivir una vida normal durante un período prolongado, se vuelve aún más peligroso. Cuanto más dura el estrés, peor es para la mente y el cuerpo. Usted puede sentirse fatigado, incapaz de concentrarse o irritable por alguna razón pero el estrés crónico causa desgaste físico y mental en su cuerpo también. En un estudio, por ejemplo, alrededor de la mitad de los participantes vieron mejoras en los dolores de cabeza crónicos después de aprender cómo detener el hábito de producir estrés de «catastrofización», o pensar constantemente en pensamientos negativos sobre su dolor. El estrés también puede causar enfermedades, ya sea por cambios en su cuerpo o por comer en exceso, fumar y otros malos hábitos que las personas usan para lidiar con él. La tensión en el trabajo – altas exigencias junto con la baja latitud de toma de decisiones – se asocia con un mayor riesgo de enfermedad coronaria, por ejemplo. Otras formas de estrés crónico, como la depresión y bajos niveles de apoyo social, también han sido implicados en el aumento del riesgo cardiovascular . Y una vez que esté enfermo, el estrés también puede dificultar la recuperación. Un análisis de estudios anteriores, por ejemplo, sugiere que los pacientes cardíacos con personalidades denominadas «Tipo D» – caracterizadas por angustia crónica – enfrentan mayores riesgos de malos resultados.
Lo que puedes hacer
Reducir sus niveles de estrés no sólo puede hacer que se sienta mejor ahora, sino que también puede proteger su salud a largo plazo. En un estudio, los investigadores examinaron la asociación entre «efecto positivo» – sentimientos como felicidad, alegría y entusiasmo – y el desarrollo de la enfermedad coronaria durante una década. Ellos encontraron que por cada aumento de un punto en el afecto positivo en un escala de cinco puntos, la tasa de enfermedades del corazón se redujo en un 22 por ciento. Mientras que el estudio no prueba que el aumento de los efectos positivos disminuya los riesgos cardiovasculares, los investigadores recomiendan impulsar su efecto positivo dedicando un poco de tiempo para las actividades agradables todos los días. Otras estrategias para reducir el estrés son: Identificar lo que está causando estrés. Vigile su estado de ánimo durante todo el día. Si se siente estresado, escribe la causa, sus pensamientos y su estado de ánimo. Una vez que sepa lo que le molesta, desarrolle un plan para abordarlo. Esto podría significar establecer expectativas más razonables para usted y los demás o pedir ayuda con responsabilidades para realizar tareas domésticas. Enumere todos sus compromisos, evalúe sus prioridades y luego elimine cualquier tarea que no sea absolutamente esencial.
Construir relaciones fuertes
Las relaciones pueden ser una fuente de estrés. Las investigaciones han descubierto que las reacciones negativas y hostiles con su cónyuge causan cambios inmediatos en las hormonas sensibles al estrés pero las relaciones también pueden servir como amortiguadores del estrés. Llegue a los miembros de la familia o amigos cercanos y hágales saber que usted está teniendo un momento difícil. Pueden ser capaces de ofrecerle asistencia práctica y de apoyo, ideas útiles o simplemente una nueva perspectiva a medida que comienza a abordar lo que está causando su estrés. Aléjese cuando esté enojado. Antes de reaccionar, tome tiempo para reagrupar contando hasta 10. Luego reconsidere. Caminar o practicar otras actividades físicas también pueden ayudarle a trabajar de forma más calmada. Además, el ejercicio aumenta la producción de endorfinas, el estado de ánimo natural de su cuerpo. Comprometerse a una caminata diaria u otra forma de ejercicio – un pequeño paso que puede hacer una gran diferencia en la reducción de los niveles de estrés.
Descansa tu mente
Según la encuesta de 2012 de APA sobre el estrés en Estados Unidos, el estrés mantiene a más del 40 por ciento de los adultos despiertos por la noche. Para ayudarle a obtener las siete u ocho horas recomendadas para el descanso mediante el sueño, reduzca la cafeína, elimine las distracciones como la televisión o los ordenadores de su dormitorio y vaya a la cama a la misma hora cada noche. Las investigaciones demuestran que las actividades como el yoga y los ejercicios de relajación no sólo ayudan a reducir el estrés, sino que también aumentan el funcionamiento inmunológico. Obtenga ayuda. Si continúa sintiéndose abrumado, consulte con un psicólogo u otro profesional de la salud mental con licencia que le puede ayudar a aprender a manejar el estrés con eficacia. Él o ella pueden ayudarle a identificar situaciones o comportamientos que contribuyen a su estrés crónico y luego desarrollar un plan de acción para cambiarlos.